Puede que los olivares de Úbeda no se parezcan
en nada a los pantanos de Lousiana, pero estos chicos parecen haber
realizado un pacto con el diablo y destilan un blues ponzoñoso capaz de
mandar a Satanas de vuelta al infierno.
martes, 24 de septiembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario